«Nadie Más», de Mandinga: donde La Habana se encuentra con Madrid sobre un escenario nacido en Rumanía.

Cuando una voz cubana y la pasión española se encuentran en Mandinga, nace «Nadie Más»

¿Qué sucede cuando juntas a Alejandro Martínez – una de las voces latinas masculinas más potentes que escucharás en tu vida, y sin duda la mejor voz masculina latina de Rumanía – con Bárbara Isasi, la increíble artista española de Madrid y una de las presencias más hipnotizantes y cautivadoras de la escena rumana, dentro de uno de los fenómenos musicales más reconocidos nacidos en Rumanía: Mandinga?

La respuesta es sencilla y poderosa: «Nadie Más«, una canción nacida de la emoción más pura, de una química musical real y de una libertad creativa que trasciende las modas.

Alejandro, quien fue la voz principal de Mandinga hace más de 17 años, cuando se trasladó de Cuba a Rumanía, regresa junto a Bárbara Isasi, quien ha sido la voz del proyecto durante más de siete años, para interpretar «Nadie Más», una canción que es mucho más que música. Es un reencuentro, una celebración de la pasión y una expresión auténtica de por qué Mandinga sigue siendo un refugio creativo para sus artistas: un lugar donde la música nace desde el corazón, no desde las listas de éxitos.

Chupi Tool.  miembro fundador de Mandinga, baterista de la banda y productor, explica:

“El reencuentro con Alejandro fue tan natural que apenas nos dimos cuenta de lo rápido que nació ‘Nadie Más’. Después de todos estos años, está claro que Mandinga es un estado mental. Crear nuestro propio sello, productora y espacio creativo nos dio la libertad de hacer exactamente lo que sentimos — y ‘Nadie Más’ es el resultado más puro de ese camino.”

Cuando piensas en Mandinga, piensas automáticamente en energía, pasión, ritmos que hacen vibrar la sangre y esa chispa salvaje que enciende cualquier escenario – ya sea un festival, un club, un evento corporativo o incluso una fiesta privada que se convierte en algo inolvidable (en el mejor de los sentidos).

Pero más allá de su explosiva presencia escénica, Mandinga siempre ha representado algo más profundo que la adrenalina: la conexión. Ese tipo de emoción que permanece contigo mucho después de que la música se detiene 

Por eso «Nadie Más», el nuevo sencillo de Mandinga, surge como una joya rara: un momento de respiro, donde el silencio se convierte en sonido y la emoción más pura toma forma.

«Nadie Más» es una canción de amor, escrita con honestidad e interpretada en una sola toma, en vivo desde el estudio — sin trucos, sin autotune, sin máscaras. Solo un piano (interpretado por Leonard Vasile), dos voces que se entrelazan de forma natural y un mensaje que llega exactamente donde debe: al corazón.

Alejandro:

“Volver a Mandinga con ‘Nadie Más’ fue como escribir una carta no escrita y colocarla directamente sobre un pentagrama.Simplemente fluyó desde el corazón.”

Bárbara:

“‘Nadie Más’ no es solo una canción. Es un estado mental. Cuando te encuentras a solas con tus pensamientos y, en lugar de llorar, cantas… ahí sabes que es real. Estoy muy feliz de haber construido esta historia junto a Alejandro y Leonard. Y si escuchas con atención, notarás que esta es una historia contada desde tres ángulos. No solo nos complementamos amplificamos el mensaje. Excepcional.”

Uno de los aspectos más mágicos de «Nadie Más» es que lo que escuchas es la grabación original en vivo, capturada en una sola toma, con Bárbara, Alejandro y Leonard interpretando juntos, en la misma sala, en el mismo instante.

Es una grabación a la antigua, creada en un mundo muy moderno, y esa simplicidad pura la hace aún más profunda.

La composición está firmada colectivamente por los miembros de la banda, reflejando el espíritu colaborativo profundamente arraigado de Mandinga.
Sin embargo, fue Leonard Vasile quien cristalizó todas las ideas en una estructura musical minimalista y conmovedora, con el piano como guía emocional.

La sesión fue grabada en vivo, despojada deliberadamente de escenografías recargadas o efectos visuales excesivos. Una elección consciente. Porque cuando una canción habla tan fuerte por sí sola, no necesita nada más.